martes, 11 de diciembre de 2012

Breve historia de la capital de La Rioja


Es fundamental que antes adentrarnos en la ciudad de Logroño conozcamos algo de su historia.

Los orígenes de Logroño, cuyo topónimo de "Gronio", raíz celta que significa vado y hace referencia al río Ebro, se remontan a la antigua ciudad romana de Vareia, actualmente Varea, donde se conservan restos de aquella antigua población
Sin embargo hasta la Edad Media no progresa la ciudad, siendo un factor fundamental el Camino de Santiago que pasaba a través de Logroño y otro factor el hecho de que estuviese enclavado entre los reinos de Castilla, navarra y Aragón. Posiblemente motivos suficientes para que Alfonso VI de León concediese el Fuero de Logroño allá por el 1095. Posiblemente para compensar la tropelía llevada a cabo por El Cid Campeador en el 1092 arrasando la ciudad fruto de su rencilla particular con García Ordóñez.

Puerta de Carlos V
En el 1431, el rey Juan II de Castilla le concede el título de ciudad, contando en 1454 con 717 vecinos según datos de la época.
En pleno levantamiento comunero, la ciudad de Logroño hizo frente a las tropas de Francisco I de Francia, por lo que las tropas de André de Foix atravesaron Navarra para atacar a Logroño, llevando a cabo un asedio que duró desde al 24 de mayo del 1521 hasta el 11 de junio de ese mismo año; por lo que al día siguiente, el 11 de junio, la ciudad celebró la victoria y juró el voto de San Bernardo. Un año después de aquella victoria se comenzó a construir el actual Arco de Revellín.
Arco de Revellín (Foto de Lina Roldán)
Arco de Revellín

En el 1833 se convierte Logroño en la capital de la provincial de Logroño, si bien hasta 1980 - 1982, no se designa como La Rioja a la provincia.

Pero hablar de Logroño, es hablar del General Espartero que fijó su residencia en esta ciudad durante gran parte de su vida hasta que murió en el 1879. Y como no, la vendimia; que desde el siglo XII se celebran fiestas relacionadas con la cosecha de la uva.